Mi historia con escape rooms II

He buscado durante mucho tiempo ¿pero cuál será el motivo? He estudiado toda mi vida hasta el grado superior. He estado estudiando más de 9 años para resolver este enigma: procesos psicológicos, sistemas nerviosos, mentales, etc.

He probado muchos tipos de actividades divertidas para poder rellenar mis pilas de energía, pero no era suficiente. No sabía resolverlo hasta que, el día de mi cumpleaños, mis amigos me prepararon una sorpresa.

Hace 8 años, pero lo recuerdo como si fuera hoy. No me dijeron dónde íbamos. Yo pensaba que sería muy buena sorpresa, al fin y al cabo, ellos me conocen más que yo misma.

Llegamos a un sitio misterioso en un sótano…

Mientras llegábamos, en mi cara se veía que no era de mi agrado aquella sorpresa. El sitio parecía raro. Pero estar junto a mis amigos, me hacía confiar en la situación. Escuchaba las reglas sin decir nada. “Tenéis una hora para poder salir” y “Tenéis que descubrir el secreto de la sala…”

Entrando en una habitación la puerta, clic, se cierra. Oí: ¡escapad si podéis!

Ufff. Hubo una mezcla de sensaciones: mucha tensión, mucha presión, muchas risas y la liberación de haber salido en últimos segundillos. Salimos de la puerta en avalancha, como si de una bomba se tratara, llenos de energía, riendo, gritando, chillando…

Fue el mejor regalo de mi vida.

Encontrar la solución cooperativamente, tener tanta energía como los niños en un parke infantil.

Mientras me tocaba la frente me decía a mí misma: ¡Qué fácil, qué eficaz y qué evidente!…. El juego da mucha energía. Es un juego en un parke para adultos, pero a la vez nos sentíamos como niños, en la familia.

Esto es lo que tú también puedes vivir en nuestra Dimensión Paralela: